Las armas del Trovador (y 3): las otras armas
“La actuación ha sido exquisita; la música, los textos, los gestos... te transportaban directamente a la Edad Media. No sé si la actuación era fiel a las de la época pero, siendo así, los campesinos seguro que pasaban un buen rato. Es una buena forma de acercarnos a la literatura medieval, ya que esos poemas, leídos, pierden el encanto y el toque humorístico que, en un principio, se les quería dar. Es una lástima que la actuación durase tan poco."
La célebres "aucas" o "carocas" con las que los juglares ilustraban un recitado para el vulgo iletrado de la época medieval.
Manolito, el esqueleto, lo que queda del actor principal de la compañía que representaba a Lope de Vega.
Retrato del miope, contrahecho, patizambo, don Francisco de Quevedo.
Retrato de un poeta de narices, don Luis de Góngora y Argote.
*Los óleos son obra de Marisa Brunchud.