EXCELLENT WELCOME!
Las actividades programas fueron
un éxito
Verona, una de las ciudades más
hermosas de Italia, patrimonio de la humanidad y cuna de los amantes más
famosos del mundo: Romeo y Julieta, fue el escenario de las nuevas andanzas del
juglar y trovador bañezano Crispín d’Olot.
El salón de plenos del ayuntamiento,
la sinagoga, la universidad, el viceconsulado español o la afamada sociedad
literaria fueron algunos de los espacios que llenó con su vitalidad artística y
con larga experiencia.
A su llegada, Crispín fue
recibido por Michael Gordon, profesor de literatura española de la University
of North Carolina Wilmington, quien como coordinador del evento integrado en
las actividades del proyecto E.S.THE.R de recuperación de la cultura sefardita,
se encargó de supervisión y desarrollo de las actuaciones.
Bruno Carmi, presidente de la
Comunidad Judía veronese, le dio la bienvenida en su primera actuación en el
Torá Café de la sinagoga ante un público que disfrutó del sonido de un
shofar (cuerno hebraico) de antílope y
de la lírica sefardí de tema hebreo y amoroso.
Los profesores del Departamento
de Lenguas y Literaturas Extranjeras de la Università di Verona, Paola Bellomi
-directora del programa E.S.TH.E.R-, y Stefano Neri, lo acompañaron el
paraninfo donde pondría en escena para los estudiantes la poesía de la
generación del 98, la del 27 y la del 36.
En il Comune di Verona (el
ayuntamiento), la concejala de cultura
del municipio junto con Anna Altarriba, presidenta de ACIS Verona (asociación
cultural italo-española), dieron puntual información de las actividades a los
medios en una rueda de prensa a la que asistieron los principales impulsores de
estas jornadas culturales.
Ya en el viceconsulado, la esposa
del vice cónsul don Stefano Dindo, preparó una recepción para italianos,
españoles y docentes de otras nacionalidades en la que Michael Gordon y Crispín
d’Olot expusieron detenidamente las líneas maestras de sus actuaciones y se
pudieron escuchar y conocer algunos de los instrumentos más representativos.
El colofón final tuvo lugar en la
Società letteraria de Verona, donde, en un salón abarrotado, llevó a cabo un
repertorio lírico denominado Dulces
Prendas en memoria de Lucia Roditi Forneron (1927-2018), profesora de
música y sobreviviente al Holocausto cuyo fallecimiento en fechas previas a la
celebración del concierto dejó conmocionada al área cultural de ciudad del Adigio. En su representación asistió su hija
Arianna.
“Los veroneses son cultivados,
simpáticos y joviales. Es motivo de orgullo y satisfacción haber compartido el
trabajo de tantos años y recibido el cariño de tantas personas en una ciudad
tan importante para la cultura europea como es Verona”, deja sentir el artista
leonés. “Sin embargo todo esto no habría sido posible sin el arduo trabajo, el
tesón y el apoyo material de la Universidad de Verona, la Comunidad Judía, el
ACIS y la Universidad de Carolina del Norte Wilmington. A todos ellos, mi más
sincero agradecimiento”.
En el futuro Crispín espera
volver a la Ciudad del Amor donde se ha dejado un pedazo de su corazón y
también de su arte.